MITOLOGÍA  PARAGUAYA



- Introducción e historia

La población paraguaya actual es el resultado de la mestización de dos tipos étnicos y culturales diferentes: uno americano, otro europeo: guaraníes y españoles. Esta mestización tiene características algo diferentes a la que se realizó en otras regiones americanas, en algunas de las cuales ella no llegó a completarse y existen por un lado, grupos importantes de descendientes de indígenas que conservan la mayoría de sus rasgos raciales y culturales originarios y, por otro lado, una población que está compuesta por descendientes de españoles u otros europeos con sus características étnicas y culturales propias.
En Paraguay, desde el comienzo de la conquista y colonización se produjo -principalmente a causa del aislamiento geográfico y la ausencia de metales preciosos- una intensa mestización por el muy reducido número de hombres españoles en medio de una gran población indígena. Esto último los indujo a tomar como esposas o concubinas a las indias guaraníes y a practicar la poligamia. Hoy en día la población paraguaya es mestiza prácticamente en su totalidad.
Se conoce poco y hay muchas opiniones sobre la proporción de "sangre" indígena y española que entra en la composición biológica de la población paraguaya. En las áreas rurales parece prevalecer el elemento indígena y en las urbanas el español, aunque eso no sea muy determinante y se pueda encontrar tanto entre los ciudadanos como entre los campesinos tipos raciales que se asemejan a representantes de cualquiera de sus dos ascendencias, así como tipos mixtos o mestizados en la mayoría de los casos.
Como consecuencia de la mezcla de los dos tipos étnicos, cada uno poseyendo su propia cultura -una, neolítica con conocimiento de la agricultura y otra, europea del siglo XV estancada por el prolongado aislamiento en que estuvo primero la provincia y luego el país independiente- se produjo una mezcla que dio por resultado la actual cultura paraguaya. Todavía no se ha llegado a estudiar suficientemente qué proporción de cada cultura originaria entró en la mezcla resultante y hay quienes discuten sobre si hay una o dos culturas paraguayas.
Aparentemente prevaleció la cultura del dominador: la organización política, social y económica; la religión; la vestimenta y la vivienda; los instrumentos de metal y las técnicas de producción; el arado y la carreta. De la cultura indígena se conservan algunas costumbres y utensilios: el uso de la yerba mate y otros productos agrícolas; valores como la solidaridad y la cooperación; y -lo más sorprendente- la lengua guaraní hablada por casi toda la población.
Es evidente la existencia de una cultura propiamente paraguaya que es muy homogénea y compartida por toda la nación. Paraguay es, culturalmente original y diferente en muchos aspectos respecto a sus vecinos argentinos, uruguayos, chilenos, bolivianos y brasileños. Tiene ricas tradiciones que son propias de este país: música, folclore, comidas típicas, costumbres y valores; de los que participamos todos.
Con respecto al uso mayoritario del guaraní en toda la extensión del país, una lengua aborigen americana, se puede decir que el Paraguay es el único caso de este tipo en América. La lengua española, lengua del dominador usada en casi todo el continente, se usó también en el país desde su origen pero cuenta con menor número de hablantes, calculado en poco más de la mitad de la población.
Como la lengua guaraní se usa más en el campo, donde reside la mayoría de la población, y el castellano se usa más en las áreas urbanas, se podría decir que hay una cultura rural y otra urbana; pero -por la gran movilidad social entre campo y ciudad- en las ciudades nadie es ajeno a las costumbres y usos campesinos. También hay pocas cosas de la cultura ciudadana que el campesino no conoce porque ambas culturas han estado en contacto por mucho tiempo, solamente que el campesino no puede participar de esta cultura, está forzado a vivir en las costumbres que funcionan para él bajo circunstancias económicas particulares y que es incapaz de cambiar.
Cada cultura debe corresponder a una lengua y cada lengua a una cultura. Como en Paraguay el 90% de la población habla en guaraní y el 55% en castellano, según el censo de 1982, se tendría que deducir que hay dos culturas nacionales: prácticamente todos los paraguayos pertenecerían a la cultura paraguaya que se expresa en guaraní y más de la mitad serían biculturales poseyendo dos culturas nacionales. Sin embargo, se puede afirmar que la única cultura verdaderamente nacional y paraguaya es la que se expresa en guaraní. Los que también hablamos en castellano, participamos de la cultura hispana, muy semejante a la de los demás países de América Latina y que es próxima a otras culturas europeas. Pero esa cultura no es una cultura verdaderamente paraguaya, es cultura europea y universal. La nación está atrasada desde el punto de vista del desarrollo del comercio y la industria internacional, es esencialmente una sociedad campesina, pero desde el punto de vista de la unidad cultural es muy avanzada. Felizmente, el pueblo paraguayo no está del todo "civilizado" ni del todo "desarrollado" y por lo tanto puede todavía ser paraguayo. Hay en él recursos del pasado que son energía para el futuro. La cultura que comprenda ese proceso y lo potencie en el pueblo, será cultura nacional.
La cultura paraguaya entonces, a pesar de tener aparentemente más elementos de procedencia española que de la aborigen, es la que principalmente se expresa en guaraní y los paraguayos que aprenden el castellano lo hacen como quien aprende por necesidad una lengua extranjera. Esto se refleja en la escasez de literatura paraguaya en castellano -el escritor se encuentra con la dificultad de expresar en español una realidad pensada en guaraní-, y también en que usamos muy pocos dichos y proverbios en español. En cambio tenemos muchísimos ñe'enga, que se dicen en guaraní o jopara (mezcla de guaraní y castellano). La literatura en guaraní también es escasa y eso se debe a que no se nos enseñó a leer y escribir en guaraní. Somos analfabetos en la lengua que casi todos hablamos, pero se tiene una riquísima "literatura" oral: adivinanzas, proverbios, relaciones, relatos, fábulas, mitos y leyendas que se cuentan en guaraní y corren de boca en boca entre la gente campesina.



- La mitología Guaraní

La Teogonía Guaraní comienza personificando el Poder ordenador infinito, universal y eterno en TUPÁ. Es decir, que es él mismo, la totalidad pródiga de los bienes necesarios para subsistir. Habita en los dominios de CUARAJHI, el Sol, origen de la luz, morada de la madre de la luz. A su vez este genera una personificación ya canalizada en el sentido de ámbito universal: ARA, que significa día, espacio de cielo, tiempo, y por consiguiente, luz. Sigue YACY, la luna, a la que se considera madre de la raza, y que por ello conserva un sentido sexual perfectamente determinado (mujer, hembra, fuente fecunda, etc.). A YACY, siguiendo ese concepto, se la considera "madre de las plantas", de los frutos que germinan y las flores de todo orden. Por consiguiente, el sentido vital de su influencia se hace sentir en el curso de las aguas y mantiene su gravitación sobre las estaciones y sobre la estabilidad productora del suelo.
De allí que en el ejercicio de los antiguos ritos, el guaraní daba un sentido oculto al que se destinaba a honrar a YACY, y tenía caracter marcadamente orgiástico en medio de la espesura de la selva.
YACY al mismo tiempo da origen a las estrellas, a las YACY TATA (fuego de la luna), y que por consiguiente, son desprendimientos de la pálida hoguera lunar. Distinguen no obstante, a la radiante Venus, de tanto fulgor, designándola YASY TATÁ GUAZÚ, o sea "fuego grande de la luna".
Como el guaraní consideraba que sus antepasados habían residido alguna vez en las alturas celestes, la Vía Láctea era en todo caso un camino que fue transitado (TAPÉ CUÉ) por un tapir gigante (MBOREVÍ RAPÉ). La Cruz del Sur indicaba a su vez el recorrido de un animal sugestivo, el Avestrúz, desde las alturas a la Tierra, y lo denominaban ÑANDUÍ-PO. Como siempre, los animales participan naturalmente de la cosmogonía tan particular y la tan particular teogonía eminentemente panteista.
Creyendo el Guaraní en la inmortalidad del alma, ésta se desprendía del cuerpo del hombre al morir, y adquiría un caracter especial, yendo a refugiarse en una región denominada AÑARETÁ (morada del demonio del AÑA) y que es una especie de Campos Eliseos lleno de silencios. Curiosa es también la interpretación del "andros" lugar o del "avá" racial, que tiene una extraña coincidencia con el génesis bíblico guaraní, segun su tradición es producto del fugáz connubio de un hijo de la tierra con YACY, la luna.
Los fenómenos atmosféricos son explicados y denominados con el dulce idioma de clara onomatopeya. El cielo, como anota Natalicio Gonzalez, está constituído por una "materia quebradiza" que se raja en las tormentas y produce el rayo (ARA-TIRI) despidiendo la gran luminosidad del relámpago (ARA VERÁ).
El viento (IBYTU), es el aliento, la "respiración" de la tierra. ¿Puede concebirse una imágen más poética?
El vasto solar guaranítico, que va desde las extendidas campiñas, serranías airosas, arroyuelos, grandes ríos, y sobre todo, selva inmensa, es escenario propicio para una rica mitología.
Las creencias se hacen carne. El "ava", el indio, es un ente que vibra con el medio y responde instintivamente a sus sugestiones.
Si dijimos que antes existía un extraño parentesco con los orígenes bíblicos, ya que el guaraní sostiene la existencia de un Diluvio con destrucción de comunidades, es evidente que el "hábitat" y las peculiaridades idiomáticas del "Ava-fiee", del idioma autóctono, son generadores directos.
PORÁ, ya de por sí, significa "fantasma", alma en pena que anda por las picadas, los escondrijos montuosos, los caminos...
Y ya encontramos el invisible YACY-YATERÉ, el rubio enano, el duende típico acechando en las siestas; la CAÁ-PORÁ, extraño y proteoforme fantasma femenino de las selvas; el POMBERO el extraño también, sigiloso y velludo personaje, que desde situaciones estratégicas acecha la vida silvestre; el I-YARA, dueño de las aguas; el CUARAJHI-YARA, dueño del Sol, dispensador genitivo de las sementeras, dios fecundante, patrón del "avati", (maíz). Luego, el CURUPÍ, el sátiro racial, enano y deforme, de sensualidad permanente, emblema de la poderosa fecundación natural de los desbordes dionisíacos, ladrón de pequeñuelos y raptor de doncellas. La CAÁ-YARI, dueña o abuela de la Yerba Mate, espléndida diosa rubia, a la que entregan su alma los hombres del yerbal para obtener sus favores y el rendimiento de su trabajo.
El guaraní otorga a sus entidades míticas la condición de "dueñas o protectoras" de tal o cual elemento animal o vegetal. Es como haber hallado un modo consciente de evitar la depredación y los despojos arbitrarios e innecesarios del "hábitat" que es tablado de su existencia. Árboles, plantas, sementeras, ríos, manantiales, todo tiene su duende familiar. Todo está sujeto a las ocultas leyes del mito, y que el indio respeta más que a su propia vida.



- Los mitos antropomorfos

Siguen después los mitos antropomorfos, las extrañas coincidencias con otros de tipo universal, como el LOBIZÓN, el hombre que se convierte en perro-lobo, el YAGUARETÉ-ABA, transformación del hombre en tigre, todo ello después de rituales mágicos de relieve diabólico. El "Ava-ñee", el dulce idioma, sigue tejiendo incansablenlente sobre la sensibilidad del indígena, las sugestiones de su onomatopeya. Quizás el idioma, por su grafismo casi pictórico-musical, contribuya en gran parte a la sugestión de los mitos.
Ha dicho Max Muller: "Se ha demostrado cumplidamente que la mitología es solo una fase, y una fase inevitable en el desarrollo del lenguaje, tomado el lenguaje en su verdadero sentido, no solo como símbolo exterior del pensamiento, sino como el unico medio posible de darle cuerpo. Mientras el lenguaje atraviesa esa fase particular, todo puede trocarse en mitología".



- Religión y mitos importantes

Conforme nos relata Chase Sardi, Ñanderuvusu, Nuestro Padre Grande, es el dios supremo que se crea a sí mismo, y crea todas las cosas a partir de una neblina vital, primigenia, llamada tatachina.
Este Padre Grande tiene otro compañero, Ñanderu Mba'ekuaa, Nuestro Padre Sabio, que aparece al comienzo del principal ciclo mítico (Ciclo de los Gemelos). Ñanderuvusu creó a Tupä como dios de las nubes, de las lluvias, del granizo, de los arroyos, de los ríos, de los mares, de las tormentas y de los vientos.
Aparece también Ñandesy, Nuestra Madre, la Gran Tronadora (Hyapuguasuva) la que produce el trueno grande, trueno que se escucha hacia el oriente y que es el retumbar de los golpes de su takua, el bastón del ritmo durante la danza.
Ñandesy fue originada por Ñanderuvusu a partir de una olla de barro grande. Ella traicionó a Ñanderuvusu con Ñanderu Mba'ekuaa y debido a que se unió con dos personas diferentes, se concibieron dos gemelos; sin embargo nació uno solo que es Kuarahy y el segundo, Jasy (su hermano menor) fue constituido por los huesos de su madre muerta.
A continuación reproducimos parte de su mitología, recopilada por Miguel A. Bartolomé, en el llamado "Ciclo de los gemelos":

  1. La Llegada de Ñanderu Guasu: "Nosotros sabemos que para que existiera esta tierra, había uno que sería nuestro padre. Ñanderu Guasu es el que sería nuestro padre. El vino del poniente, vino por esta, nuestra tierra y se fue hacia el oriente. Se fue hacia el oriente por un sendero abierto en la selva. Se fue rompiendo ramas y follaje para que hubiera sendero. Ñanderu Guasu ya había planeado toda esta tierra. Ya la había colocado sobre el Yvyra joasa, palo cruzado. La forma en que nosotros habitaríamos esta tierra ya había sido pensada por él. Ñanderu Guasu no estaba solo, Ñanderu Mba'e Kuaa estaba con él...
  2. Aparición y Culpa de la Mujer: ...al principio no tenían mujeres, pero después encontraron a una mujer debajo de una vasija de barro. Encontraron a la mujer y los dos tuvieron relaciones con la mujer hasta que quedó embarazada. Se fue entonces Ñanderu Guasu a hacer su plantación, se fue a hacer su rozado. Quemó el monte y después plantó avati, maíz; mientras él plantaba, detrás suyo crecían las espigas. Cuando regresó a la casa le dijo a su mujer: ya he terminado, vete a traer el maíz y haznos un mbaipy de harina de maíz fresco. La mujer se enojó mucho y le dijo: ¡cómo es posible que haya que cosechar tan pronto, el hijo del que estoy embarazada no es solamente tuyo!. Se enojó Ñanderu Guasu y fue debido a la incredulidad de las mujeres que quedamos nosotros así en la tierra. Por la incredulidad de las mujeres es que tenemos que esperar tanto para que madure nuestra cosecha ...
  3. Ñanderu Guasu Abandona a su Mujer: ...ese fue motivo para que Ñanderu Guasu se enojase. Tomó su mbaraka, se puso su jasaa sobre el pecho, su poapi guaa en el brazo y su akäänguaa sobre la cabeza. Junto con todos sus adornos de plumas de gua'a llevó también su kurusu ypoty. Se fue entonces al Yvytymi. Antes de irse le dijo a su mujer, que si ella era capaz de llegar por sus propios medios al Yvytymi, él la perdonará. En ese tiempo todo el mundo era selva. Solo había pequeñas "picadas" que llevaban al Yvytymi.
  4. Kuarahy Guía a su Madre desde el Vientre: ...entonces ella se fue por uno de esos senderitos. Para esa época ya Kuarahy hablaba desde el interior del cuerpo de su madre. Tomó ella entonces su ajo, canasto y se fue detrás de Ñanderu Guasu. Se fue la mujer por el camino y mientras iba caminando le preguntaba a Kuarahy si era bueno el camino que seguía. Kuarahy era como el guía de ella. Después de un tiempo llegaron hasta el cruce de dos caminos. La mujer de Ñanderu Guasu no sabía cual camino seguir. Ya estaba por elegir uno de los caminos, cuando su hijo le habló desde su vientre: vamos a seguir ese camino, vamos a ir yendo por ese camino más cerrado, vamos a ir derecho, así le habló Kuarahy a su madre. Así la iba guiando por los caminos...
  5. Una Avispa Pica a la Madre de Kuarahy Provocando su Enojo: ...la madre siguió ese camino y al rato Kuarahy le pidió que le alcanzara una florcita. Le dijo a su madre: vamos a llevar muchas flores, cuando lleguemos a donde está papá yo voy a jugar con estas florcitas. La mujer le hizo caso y sacó muchas flores. Ya estaba por llenar el ajo que tenía y Kuarahy, que todavía estaba adentro de su vientre, le seguía pidiendo flores. Anduvo y anduvo la madre de Kuarahy hasta que vio una planta que se llama mburukuja y que tiene una muy hermosa flor. Cuando Kuarahy la vio, le dijo a su madre: allí hay otra flor mamá, esa es la flor más hermosa de todas, vamos a llevarla a la casa de papá y cuando lleguemos allí voy a jugar mucho con ella. La madre fue a sacar esa florcita, pero cuando estaba por hacerlo le picó una avispa que se llama mamanga. La mujer se puso furiosa y le gritó a Kuarahy: ¡ Para qué me haces hacer estas cosas, tú, que todavía no vives, que no pisas por el suelo, que no andas todavía! Se enojó mucho la mujer cuando le picó el mamanga...
  6. Kuarahy se Enoja y Hace Perder a su Madre: ...se enojó también Kuarahy porque su madre le había regañado. La mujer siguió entonces caminando hasta que llegó a un nuevo cruce. A un lugar donde se encontraban dos caminos. No supo la mujer por dónde seguir y le preguntó a Kuarahy cuál era el camino correcto. Pero Kuarahy, que estaba enojado por el regaño de su madre, no le contestó. Su madre le preguntó de nuevo, pero él de nuevo no le contestó; -adónde vamos a ir, mi hijo- le decía la mujer, pero Kuarahy seguía callado. Entonces, la mujer tomó por uno de los caminos y se fue desorientando hasta perderse...
  7. La Mujer Extraviada es Muerta por los Añag: ...la mujer perdida, caminó y caminó hasta que llegó al lugar donde vivía la jaryi de los Añag. Al llegar la Kanguerei Ruvicha le dijo: pasa y siéntate en este lugar. La vieja le dio alojamiento en su casa. Pero la vieja tenía muchos nietos. Los nietos de la vieja eran los Añag. La vieja le dijo a la madre de Kuarahy: mis nietos se fueron a cazar, pero si al volver te encuentran, te matarán; así que es mejor que te escondas debajo de esta gran olla de barro. La mujer se escondió y a la tardecita comenzaron a llegar los Añag que volvían de cazar. Apenas llegaban la vieja les hablaba en secreto y les contaba que debajo de la olla estaba escondida la madre de Kuarahy. Apenas los Añag se enteraron, fueron, levantaron la olla y mataron a la madre de Kuarahy. Apenas la mataron, comenzaron a descuartizarla para comérsela...
  8. Los Añag Tratan de Matar a Kuarahy: ...entonces jarýi dijo: como yo ya soy vieja y no tengo linda dentadura, abran a la mujer y denme la cría que tiene adentro, la cría va a ser suficientemente blanda para que yo la pueda comer. Cuando los Añag sacaron a la cría, quisieron matarla. Primero trajeron un asador de madera y quisieron clavarlo, pero la cría se resbalaba siempre y no podían clavarla. Entonces lo echaron al fuego, pero el fuego no le hacía nada porque no se podía quemar. Apagaba todo el fuego; aunque hicieran mucho fuego, lo apagaba todo. Entonces, lo pusieron en un mortero y lo querían moler, pero tampoco podían molerlo, porque no se rompía...
  9. La Kanguerei Ruvicha Adopta a Kuarahy: ...al ver que no lo podían matar, la vieja dijo: bueno, déjenlo, pónganlo por allí para que se seque y yo lo voy a conservar para que sea mi hijo. Entonces, lo pusieron a secar y al poco tiempo ya se convirtió en un muchachito que era Kuarahy. Kuarahy no se había dado cuenta de que su madre había muerto. Kuarahy creyó que la jarýi de los Añag era su verdadera madre...
  10. Kuarahy da Origen a los Pájaros: ...entonces, se acercó a la vieja y le pidió que le hiciera un arquito, guyrapa, para matar pájaros. La vieja le hizo entonces un arquito y Kuarahy se quedó muy contento. Hasta ese momento estaban dispersos por el suelo los huesos de la que había sido su madre. Todas las mariposas, panambi, bajaban volando y se iban a posar en los huesos. Pero en esa época las mariposas no tenían nombre. Eran una clase (sic) no más, pero ninguna tenía todavía nombre. Kuarahy comenzó entonces a matar mariposas con su arco para darle de comer a la vieja. Cada vez que mataba una mariposa decía: éste es el jaku, Pavo de Monte; este es el tuká, tucán; este es el taguato, gavilán; esto es el pelícano, ésta la gaviota. Cada vez que mataba una mariposa para darle de comer a la vieja, le ponía un nombre y así los pájaros iban apareciendo y teniendo un nombre...
  11. Kuarahy da Origen a su Hermano Jasy: ...un día la vieja le dijo a Kuarahy: está bien que me traigas pájaros para comer, ve ahora a cazarlos a la selva, pero no debes ir al lugar llamado Cerro Azul, nunca vayas a cazar al Cerro Azul. Pero Kuarahy quería irse al Cerro Azul. Antes de ir juntó algunos huesos de su madre que estaban en el suelo. Los juntó con un poquito de harina de maíz, los golpeó, los sopló y rezó junto a ellos hasta que apareció otro muchacho un poco más chico que él. Este muchacho era Jasy. Entonces Kuarahy le dijo a la jarýi de los Añag: Hazle otro arco para éste que es mi hermano, hazle otro arco igual al mío. Enseguida le hizo otro arco la vieja y se fueron los dos hermanos al monte a cazar pájaros y cada día traían pájaros diferentes, todos los días traían pájaros para la vieja...
  12. El Papagayo Revela a los Hermanos la Verdad de su Origen: ...un día Kuarahy le dijo a Jasy: por qué será que nuestra abuela no quiere que vayamos al Cerro Azul, vamos a ir a descubrir qué es lo que hay allá, vamos a subir uno por cada lado del cerro y vamos a matar a todos los pájaros que veamos, el primero que los ve tiene que matarlos. Fueron entonces los dos al Cerro Azul y comenzaron a matar a todos los pájaros que veían. Mataron así a un jaku, que les quiso hablar, pero ellos no le dejaron, lo mataron antes de que pudiera hablar. Pero Ñanderu Guasu había enviado un mensajero. Ese mensajero era un parakao, papagayo; un parakao que hablaba. El parakao estaba parado en la punta de un árbol seco. Cuando Jasy lo vio, preparó su arco y le tiró una flecha para matarlo, pero le erró, porque Jasy nunca tuvo muy buena puntería. Kuarahy preparó su arco entonces y le tiró una flecha para matarlo, pero esta vez fue la primera que Kuarahy erró un tiro. Cuando la flecha le pasó por al lado el parakao dijo: dejáos de matar pájaros, están dando de comer a la que mató a vuestra madre. Se arrepintió entonces Kuarahy y también se arrepintió su hermano Jasy. Después el parakao habló de nuevo: ustedes quieren mucho a su abuela, pero ella no los quiere mucho, porque mató a vuestra madre. Desesperados quedaron Kuarahy y Jasy ante esas noticias...


- Conclusión

Hé aquí entonces, resumiendo, que el sentido guaraní de sus mitos raciales, comprende una interpretación panteísta de los fenómenos totales del orbe, y en especial de los elementos de su "hábitat" solariego.
Como individuo primitivo, el "avá", el "andros" universal de esta raza, no puede menos que explicar con sentido anecdótico, y luego, totémico, esos elementos naturales. En ello, cumple una identidad implícita con otras culturas primarias de otras latitudes, incluso orientales y africanas. Pero lo que despierta nuestro interés, es el sentido ingénuo y poético de todos sus mitos, transitando los movimientos de una fe en la existencia del alma y las fuerzas espirituales.
Finalizando, todo ello es un himno continuado a los dones circundantes, a su paisaje, a sus necesidades satisfechas, al sol que brilla, a la lluvia bienhechora, a la sombra que sobrecoja, al animal amigo y al enemigo... Todo engarzado en la dulce trama de su imponderable idioma.



- Breve glosario:

Ã: estar erguido.
A'ê: acudir en plural.
A'é: amar, empleado tanto en la forma negativa como la afirmativa. Ija'éma Añáy guembirekó rã re, ojapí japi avati ra'ÿme: ya amaba Añá a su prometida, le tiró repetidamente con granos de maíz.
'Ai: arco y flechas. Che 'ái rã aipotá, charyi: quiero para mi arco y flechas, abuela.
Ajeápy: cierto, efectivamente.
Ajó: canasta, sinón.: yruagué. Muchos afirman que ajó es guaraní paraguayo.
Akanguaá: gorro ritual del hombre, con adorno de plumas, llamada jeguaká en pãi y Mbya.
Akóí: lugar, paraje al que ya se ha hecho referencia.
Aó-aó: mamífero carnívoro del tamaño de un perro grande.
Apirõ: Llorar.
Apyká: sepultura. General Lorenzo ijapyká Yvy Kaigué py: el General Lorenzo está enterrado en Yvy Kaigué.
Apyká vevé: recipiente de cedro utilizado en el culto.
ApyraÁ: saltar por encima.
Avaeté: feroz.
Ayvú: hablar, alma. Ijayvú apirai: habla con gracia, cuenta chistes. Yapú Guasú va'é omondé ñande reé ayvú marangatú: Dios nos viste (enfunda) una palabra, alma divina bienaventurada.
Êgãi (e alargada): añoranza, Ñande Ru Eté mamorangua, ñande rovái re yapu guasú va'é, êgai eté: a nuestro verdadero Padre del Más Allá, el que lanza truenos ruidosos en Oriente (el paraíso) ¡cómo lo añoro!
Guaú: fiesta, canto, endecha.
Guã?: luciérnaga.
Guirõ: víbora que vive en bandadas, según un informante, según otro, la víbora llamada jarará estero en Guaraní paraguayo. En pãi, se aplica este nombre a la "madre" o "abuela" de los jarará.
Hy'avá (ijy'avá): recipiente para recoger larvas comestibles, etc., consistente en una calabaza partida.
Iñemói: adulterio, estando la mujer embarazada.
Iporiveté: secundario, sin importancia. Iporiveté, ojeroky reí, mba'evé ndoikuaái: desempeña un papel secundario, danza, pero no sabe nada (no entona endechas ni maneja el mbaraká).
Jaguá: feroz, monstruo (también: perro, como en guaraní paraguayo actual). De toda especie animal hay como en la mitología Mbya y Paî, un ejemplar monstruoso que lleva el sobrenombre jaguá y Eirá Jaguá, en capítulo Gobierno. Reminiscencias de esta creencia se conservan en la vernácula en mbói jaguá, tejú jaguá (víbora monstruosa, lagarto monstruoso).



- Fuente(s) de Información:
1) Natalia Krivoshein de Canese.
2) Museo Andrés Barbero








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